Dada es la expresión de rechazo a la situación social de principios de siglo, Fluxus es un movimiento que hace remembranza a aquella explosión artística que inhibia cualquier corriente estética. Presentando un total desorden y falta de lógica en cada uno de las obras que se presentaban. Fluxus es la concepción de Marcel Duchamp (artista dadaísta gestor de los ready-mades), en el cual se insita a la crítica y al escándalo producto de la discordia que se crea al momento de juzgar a una obra de arte, en el cual la herramienta fundamental es el happening, que es una manera de crear un vinculo mas estrecho entre el público y el artista participante, es la misma finalidad que busca dada hallar el lazo que una arte y vida.
George Maciunas al igual que Tristan Tzara gestores de Fluxus y Dada respectivamente, evocan un arte fuera de estilos y normas preestablecidas que buscan incorporar elementos nuevos que hacen al arte algo único cada uno desde una temática distinta.
John Cage compositor espiritual de fluxus miraba su música desde una perspectiva diferente creando obras de distorsionantes y combinaciones de sonidos, algo podemos percibir en la actualidad en la música de autores como Enigma.
Fluxus no es mas que la destrucción y la incitación a lo grotesco, pero está vez con un toque menos rustico que dada, debido a la fuerte influencia Hippie que se apoderaba de los sesenta. Presentándose este movimiento como una manera de dejar fluir los sentidos y salirse de cualquier normativa o regla para la creación.
Como Dadá, Fluxus escapa de toda tentativa de definición o de categorización. Según Filiou, es "antes que todo un estado del espíritu, un modo de vida impregnado de una soberbia libertad de pensar, de expresar y de elegir. De cierta manera Fluxus nunca existió, no sabemos cuándo nació, luego no hay razón para que termine". Asimismo Filiou opone el Fluxus al arte conceptual por su referencia directa, inmediata y urgente a la realidad cotidiana, e invierte la propuesta de Duchamp, quien a partir del Ready Made, introdujo lo cotidiano en el arte. Fluxus disuelve el arte en lo cotidiano.
George Maciunas al igual que Tristan Tzara gestores de Fluxus y Dada respectivamente, evocan un arte fuera de estilos y normas preestablecidas que buscan incorporar elementos nuevos que hacen al arte algo único cada uno desde una temática distinta.
John Cage compositor espiritual de fluxus miraba su música desde una perspectiva diferente creando obras de distorsionantes y combinaciones de sonidos, algo podemos percibir en la actualidad en la música de autores como Enigma.
Fluxus no es mas que la destrucción y la incitación a lo grotesco, pero está vez con un toque menos rustico que dada, debido a la fuerte influencia Hippie que se apoderaba de los sesenta. Presentándose este movimiento como una manera de dejar fluir los sentidos y salirse de cualquier normativa o regla para la creación.
Como Dadá, Fluxus escapa de toda tentativa de definición o de categorización. Según Filiou, es "antes que todo un estado del espíritu, un modo de vida impregnado de una soberbia libertad de pensar, de expresar y de elegir. De cierta manera Fluxus nunca existió, no sabemos cuándo nació, luego no hay razón para que termine". Asimismo Filiou opone el Fluxus al arte conceptual por su referencia directa, inmediata y urgente a la realidad cotidiana, e invierte la propuesta de Duchamp, quien a partir del Ready Made, introdujo lo cotidiano en el arte. Fluxus disuelve el arte en lo cotidiano.