Ayer sábado 7 de marzo, revisando las páginas del diario “El Comercio” de Quito, observe, un reportaje acerca del movimiento vanguardista denominado Futurismo, antes ya había leído algo sobre este movimiento italiano, que pronosticaba el inicio del dadaísmo. El futurismo basado en la presencia de los primeros inventos mecánicos de principios del siglo XX, pretende dar una visión de lo que se quería vivir, ya que hasta entonces todo era incierto y los primeros avances tecnológicos hacían pronosticar sucesos extraídos de las novelas futuristas. La estética cambiaba radicalmente, imaginando autos, MÁQUINAS y otros artefactos difíciles de imaginar para la época.
En el Ecuador se dio un movimiento literario específicamente poético, influenciado por el Futurismo, cuyos poemas escritos por Raúl Serrano, publicados en 1918, en la revista Grecia. A más de esta otras revistas vanguardistas ecuatorianas publicaron muchos de estos poemas, como Llamarada, Hélice, Frivolidades entre otras.
En 1909, se dio el primer manifiesto futurista, cuya imaginación de lo complejo predominaba en sus 11 puntos con los cuales se inauguraba este movimiento, dos de ellos me fueron sobresalientes y a continuación los comparto.
“El coraje, la audacia, la rebelión serán elementos esenciales de nuestra poesía”
Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido con una nueva belleza, la belleza de la velocidad.
“Un coche de carreras con su capó adornado con gruesos tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo…un automóvil rugiente, que parece correr sobre la ráfaga, es mas bello que la victoria de Samotracia”